Volver al hogar para algunos ha sido de todo menos dulce, porque han encontrado sus hogares destrozados o anegados. 13.000 personas han abandonado ya los refugios en los que se escondieron de Dolly. Su caprichoso comportamiento lo ha llevado de tormenta tropical a huracán de categoría uno, primero, y a categoría dos a su triunfal entrada en Estados Unidos con vientos de hasta 160 kilómetros por hora. Para ese momento el vendaval había barrido el paraíso mexicano, anegado provincias enteras y, lo más trágico, había dejado dos muertos y tres desaparecidos. Los expertos vaticinan que este año la temporada va a ser agresiva.
