Cantabria se recupera poco a poco del susto que ETA ha dejado hoy en las playas de las localidades de Noja y Laredo. Los vecinos y los veraneantes tardarán algo más en olvidar las explosiones. Hasta cuatro artefactos ha hecho estallar la banda. Algunos las han vivido a pie de playa y otros en su casa, unos en Noja y otros en Laredo, pero todos coinciden en señalar que las detonaciones han sido bruscas y han dejado un intenso olor a azufre y a miedo en las calles. El mal tiempo ha evitado una tragedia; el cielo encapotado ha sido excusa suficiente hoy para no ir a la playa y, sin saberlo, ese gesto les ha protegido de las bombas que ETA había colocado, en pleno verano, buscando notoriedad.
