Los refugiados georgianos de los campamentos de la ONU inician el regreso a sus casas. Pese a la alegria del retorno, muchos de ellos tienen cierto temor aún debido a la presencia de las tropas rusas en algunas zonas de Georgia. Tras dos semanas de conflicto, en Gori, la segunda ciudad de Georgia, ha comenzado la reconstrucción del desastre. Muchos no han dudado en echar una mano para limpiar y reparar los daños de la guerra. Muchas tiendas han vuelto a abrir sus puertas tras dos meses cerradas por miedo a los bombardeos. Mientras, un buque de guerra de Estados Unidos ha llegado al sur del país cargado con 55 toneladas de ayuda humanitaria para los georgianos más necesitados. Pueblos abandonados y casas destrozadas son, entre otros, parte del triste balance de la contienda bélica. Aunque el rastro de la guerra todavía sigue estando presente, los georgianos se esfuerzan por regresar a la normalidad. Ahora comienza para ellos una nueva vida.