Un coche bomba ha estallado en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, provocando la muerte de al menos diez personas, según las primeras fuentes. Nadie ha reivindicado el atentado, que se ha cobrado además alrededor de 40 heridos, aunque a priori se han establecido conexiones con el grupo terrorista Al-Qaeda; responsable de la mayor parte de los ataques que viene sufriendo el país desde la muerte de Benazir Bhutto. La explosión coincide precisamente con la jornada de elección del nuevo presidente del país, tras la renuncia, el mes pasado, de Pervez Musharraf. La detonación de la bomba se ha producido cerca de una oficina de policía, y no se descarta que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas, dado que la explosión ha derribado parte del edificio.
