La diseñadora venezolana Carolina Herrera presentó anoche en la Semana de la Moda de Nueva York su nueva colección para la próxima primavera, en la que apuesta por prendas llenas de dramatismo y color para luchar contra los efectos de la crisis económica. "Lo importante es hacer soñar. Por eso he diseñado piezas llenas de color y dramatismo, porque son ésas las que le ponen a uno de buen humor", explicó hoy a Efe la reconocida modista venezolana, uno de los platos fuertes de la presente edición de la pasarela neoyorquina. Herrera, quien ha optado así por unos diseños plagados de colores cálidos para la primavera-verano de 2009, defendió que en épocas de crisis económica es conveniente "crear piezas con versatilidad, que se pueden combinar ya sea de día, como de noche". "Hay que darle evolución a ciertas prendas para que la mujer saque más partido a lo que adquiera", ahondó Herrera, quien presentó unos diseños femeninos y muy ligeros, en los que ha utilizado "una paleta de colores típicos del verano, como el rosa hibiscus, el naranja persimmon y el amarillo girasol". "Los colores son fundamentales en todas mis colecciones", aseveró la modista, quien no se ha olvidado de los blancos y los negros que tanto la caracterizan, de forma que, en numerosos modelos de los que presentó, jugó con las sombras de tonalidades claras y los acabados en negro. Herrera aseguró que se ha inspirado en las mujeres de Boticelli "y en la simplicidad del constructivismo ruso" para unas nuevas apuestas -faldas completas, pantalones, chaquetas y vestidos de noche- realizadas en tweed de organza, sedas con texturas y rafia lacada.