Los bolsillos de los consumidores están llenos de desconfianza ante la crisis financiera que tiene a medio mundo pendiente de las subidas y bajadas de las bolsas internacionales. Pero a nivel doméstico, la clave se encuentra en que los números cuadren, y si se puede ahorrar mejor. Carne más barata, restaurantes de comida rápida, marcas blancas o comprar alimentos con poca demanda son algunas de las cábalas que andan haciendo los consumidores para llegar a fin de mes.