El juez Garzón dejó ayer en libertad a los diez presuntos islamistas detenidos la semana pasada en una operación desarrollada en varias provincias españolas, sobre todo en Barcelona. La policía e incluso el ministro de Interior destacaron en ese momento que nos encontrábamos ante una operación importante. Se les acusaba de integrar presuntamente una célula que daba cobertura a terroristas de Al Qaeda y también ayudaba a huir a varios implicados en el atentado del 11 de marzo. El juez los ha dejado finalmente en libertad, aunque algunos tendrán que acudir con frecuencia a los juzgados y no podrán salir de España.