El asalto terrorista en Bombay que ha durado más de 62 horas ha concluido con al menos 195 muertos y 295 heridos. La Policía y el Ejército han dado por controlada la situación en el hotel Taj Mahal. Los terroristas estaban dispuestos a llevar cabo un ataque similar al del 11-S en La India y se inspiraron para ello en un atentado suicida con coche bomba que tuvo lugar el pasado mes de septiembre en el exterior del hotel Marriott de Islamabad (Pakistán), que dejó al menos 52 muertos y más de 200 heridos. El grupo terrorista 'Deccan Mujahidin' se ha atribuido la autoría de los ataques. Por su parte, el Gobierno indio ha acusado a Pakistán de estar detrás de los incidentes violentos que comenzaron el pasado miércoles. La operación ha sido extremadamente compleja. Las imágenes de la televisión india mostraron un gran incendio en el piso bajo del edificio, mientras varias ambulancias sacaban cadáveres por una de las puertas traseras del hotel. Eran los huéspedes que permanecían atrincherados en sus habitaciones, pero también se sospecha que los atacantes retenían hasta anoche rehenes en el primer piso del emblemático edificio. El fuego fue provocado por los atacantes para dificultar el asalto y distraer la atención, según la Policía india. En los alrededores del hotel se concentran los servicios médicos y los medios de comunicación; así como un comando de perros rastreadores que ayuden a encontrar cuerpos en el interior del edificio.
