La Navidad encendió anoche su segunda oportunidad en la plaza Syntagma de Atenas. Las puertas del Parlamento griego tienen de frente ahora un encendido remotamente diferente al que vió el primer intento navideño reducido a cenizas por la ira que causó la muerte del joven Grigoropoulos. Fuego entonces y fuego ahora pero este controlado, vigilado por si van a más los gritos de quienes no ven una Navidad sin Alexis "Despertad, despertad", gritan para que las luces no cierren en falso la herida. Clamor éste que no se queda en la calle. La televisión griega es también diana para los manifestantes, que se hacen con el control de la emisión. Protestan contra la cobertura informativa de la revuelta El presidente del canal, visiblemente irritado, les acusa de invasores y de carecer de identidad social. No llegan, tampoco, los villancicos a las comisarías No llega la Navidad a Grecia.