El Parlamento Europeo vota hoy la ley que permitiría ampliar la jornada laboral a 65 horas semanales. La medida fue aprobada por los ministros de Trabajo de la Unión el pasado mes de junio con la oposición de España. El reparto de fuerzas en el hemiciclo mantiene la incertidumbre sobre el resultado. Si el Parlamento no aprueba ninguna enmienda por mayoría absoluta, esta norma quedaría aprobada automáticamente. En juego está la desregulación laboral que supone dinamitar los principios del primer convenio internacional sobre las condiciones de trabajo. Ahora primaría el acuerdo privado entre empresas y empleados que propugna Brown y que puede dinamitar el sistema de protección.