La Jornada 4 trajo al Estadio Azul la afición tuza, que escasa en las gradas, apoyó a su equipo en todo momento pese a la derrota, cuando La Máquina, en una tarde veraniega, anotó 4 tantos en la portería de Calero, dando a los cementeros el goce para entonar los cánticos acompañados del estruendo de las trompetas.