Fue tan sólo media hora de tormenta, pero sus consecuencias han sido desastrosas. La lluvia y el viento barrieron la isla de Mallorca y su capital, Palma, era de las más afectadas. El propio Centro Metereológico ha reconocido que la tromba fue de una "intensidad desorbitada". En menos de 10 minutos cayeron 900 rayos y se recogieron 21 litros de agua por metro cuadrado. Las rachas de viento llegaron hasta los 110 kilómetros por hora. Los daños del temporal han sido cuantiosos y visibles: árboles caídos, coches destrozados. Hay 30 personas heridas y al menos 3 están en estado grave.