Un diamante azul se ha convertido en la piedra preciosa más cara del mundo. Tras una intensa puja, la gema fue adquirida por 1,32 millones de dólares por quilate, superando el récord que tenía un diamante rojo, y que no alcanzaba el millón. Ahora es propiedad de unos joyeros de Londres, aficionados a adquirir piedras preciosas raras y muy caras.