Un intento de fuga en una cárcel de Argentina ha concluido con la muerte de 31 reclusos. La mayoría de los fallecimientos se ha producido por asfixia, después de que los presos provocaran un incendio quemando los colchones de las celdas.
La policía también ha tenido que reprimir a los familiares de los reos que protestaban a las puertas del penal.