En Colombia, la localidad de Bocas de San Antonio lleva meses sufriendo lluvias interminables que han anegado las calles del pueblo, y ha obligado a sus residentes a aprender a convivir con barcas y otra serie de medios. La escuela de la localidad está anegada, y los niños tienen que dar clase en zonas improvisadas como el porche de una iglesia o en un grupo de barcazas unidas. De momento no hay forma de cultivar los campos, de ahí que los habitantes de Bocas de San Antonio sobrevivan gracias a la ayuda humanitaria.