Un matrimonio holandés de diplomáticos que adoptó a una niña en Corea del Sur se ha convertido en noticia, porque han renunciado a la pequeña. La han dejado a los Servicios Sociales en Hong Kong donde están destinados ahora. El problema es que la niña tiene ya siete años. El matrimonio de diplomáticos creyendo que no podrían tener hijos, adoptaron a la niña en Corea del Sur cuando apenas tenía cuatro meses. Siete años después, y tras tener otros dos hijos biológicos, han entregado a Jade a los servicios sociales de Hong Kong, donde residen en la actualidad. Los Poeteray aseguran que no han devuelto a la niña. Que, simplemente, la han dejado en un lugar donde puedan tratarla de sus "serios problemas de comportamiento", unos problemas que, según el marido, estaban poniendo en peligro a la familia entera. Sus explicaciones no convencen a casi nadie ni en China, ni en Holanda, donde, como en España y el resto de la Unión Europea, no está permitido "desprenderse" de un hijo adoptado.