Los investigadores en el Reino Unido reportaron en los números de enero de 1999 y enero del 2001 de Seizure acerca de perros que ellos habían entrenado para que pudieran detectar ataques de 15 a 45 minutos antes que empezara el episodio. Además, los investigadores encontraron que las personas que usaban estos perros en realidad reportaron menos ataques.
También ha habido evidencia anecdótica de perros que han sido capaces de oler el cáncer y advertir a sus dueños. Un breve reporte en un artículos de 1989 de la revista Lancet describe cómo un perro descubrió un tumor canceroso de piel en la pierna de su dueña. Los investigadores han sido capaces de enseñar a perros que olfatean bombas a cómo detectar el cáncer usando técnicas de entrenamiento similares. Otra investigación respalda la teoría de que los perros tienen la habilidad de oler el cáncer, pero la promesa verdadera puede estar en aprender cómo los perros pueden hacer esto y posiblemente desarrollar tecnologías médicas para hacer lo mismo.