Entre 1985 y 2015, el 40% de las jirafas de Kordofan y Nubia desapareció. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), “el animal más grande del mundo está bajo una fuerte presión (…). Tres de las nueve subespecies reconocidas están en peligro crítico”. Su hábitat se ve reducido y deteriorado por los efectos del calentamiento global y la deforestación, pero también la caza furtiva, más intensiva que nunca. La situación en Estados Unidos es grave: 40.000 productos importados, aproximadamente 4.000 jirafas.