Así es por dentro, y así funciona, el sistema de dirección a las ruedas traseras que estrenó la generación 991 del Porsche 911 Turbo y 911 GT3 y que, tras el restyling que acaba de sufrir el modelo, se ofrece opcionalmente para el 911 Carrera S.
Este sistema es capaz de girar hasta dos grados las ruedas traseras -tres grados en el Turbo y GT3- para, a baja velocidad, reducir virtualmente la batalla y, a alta velocidad, incrementar la estabilidad.
Además, en situaciones de inestabilidad, simula el comportamiento 'elastocinemático' derivado de la elasticidad de los casquillos de una suspensión trasera multibrazo.