Varios dirigentes demócratas lo han anunciado: el relativo triunfo de ese partido en las elecciones de medio término convertirá la arena política en el principal desafío al presidente Donald Trump. Sin embargo, la victoria de los demócratas al retomar la mayoría en el Congreso, no fue tan contundente cómo se esperaba y en el Senado los republicanos se fortalecieron.
Las decisiones del polémico presidente norteamericano en sus dos primeros años de gobierno convirtieron las recientes elecciones de medio término en una especie de referéndum de aprobación para sus opositores y seguidores. Suponen esos resultados una suerte de definición del rumbo de la política global, ya que de la definición del Congreso y Senado norteamericanos depende el tono de la disputa entre las dos grandes facciones en esa nación.
Definido el panorama –es decir, con la victoria de los demócratas en el Congreso y de los republicanos en el Senado- es fácil prevenir lo que espera a Trump y a la clase política global para los dos siguientes años, de los cuales dependerá la decisión del mandatario para aspirar a la reelección como lo han hecho otros presidentes de la nación norteamericana.
Es un hecho que el gobierno del magnate norteamericano ha tenido intensos matices durante la gestión. La economía y el desempleo se han comportado de tal manera que las condiciones de vida en Estados Unidos han mejorado notablemente para el votante. La política exterior ha dado sus frutos en campos tan difíciles como las negociaciones para el desarme nuclear de Corea del Norte, el aislamiento de la renegociación comercial bilaterial con China, las sanciones a Irán, y la dura posición de la política anti migrantes en la frontera sur del país. En todos esos escenarios Trump ha marcado el rumbo y ganado de alguna manera en todas las opciones. No hay duda.
Sin embargo, con el triunfo demócrata en la cámara baja ya se prevé el inicio de convulsiones durante el 2019, lo dijo la lideresa demócrata Nancy Pelosi pocas horas después del triunfo de su partido en la elección del congreso, llegó la hora de hacerle resistencia al presidente y obligarlo a devolver el poder al pueblo.
En ese ámbito, el juicio político es el escenario más complejo que podría ver el presidente en sus dos últimos años de gestión. La conformación del congreso le augura una etapa de duras batallas en el ámbito legislativo pues sus opositores tienen el control de la mayoría parlamentaria. Sin embargo, el triunfo de los republicanos en el Senado le garantiza a Trump mantener el suficiente poder para que la confrontación no pase de ser un acto político y mediático más.
