Carbohidratos: Tipología (Blancos, beige y verdes)

2018-11-07 2

A la hora de comenzar con una dieta saludable, algo en lo que se debe pensar y tener muy en cuenta es la diferencia que hay entre los hidratos de carbono simples y los complejos.
Los primeros son conocidos también como azúcares simples o monosacáridos, como la galactosa (lácteos), sacarosa (azúcar de mesa), maltosa (azúcar de algunas verduras) y la fructosa (azúcar contenida en las frutas). Éstos tienen la particularidad de que se digieren más rápidamente que los complejos, pasando a la sangre en poco tiempo y pudiendo provocar hiperglucemia por esa subida de azúcar repentina. Para paliar este aumento, nuestro cuerpo segrega insulina para mandar el exceso de azúcar a las células, pero una vez que tanto la sangre como las células están a tope, ese exceso se convierte en grasa.
Carbohidratos complejos
La diferencia clara con los simples es que los complejos tardan mucho más en absorberse, de tal modo que el aumento de glucosa en sangre no se dará en la misma medida. Este acople del azúcar en el torrente sanguíneo será más lento y moderado, lo que permite tener un combustible de larga duración. Por eso nos gusta decir que los productos refinados tienen un valor nutritivo escaso o nulo, además de elevar el nivel glucémico en sangre y provocando un desequilibrio metabólico y la posterior fatiga durante el ejercicio