Para hacer una pequeña contribución para el Halloween, les traigo esta pequeña historia.
Algunos domingos nos juntamos en casa de mis padres para la comida familiar. Mandaron a mi sobrina a buscar unos botes de sosa.
Tiene miedo a las ratas que suelen esconderse entre la leña y no quería bajar sola.
Y como buena samaritana, la acompañé.
Se me ocurrió grabarla por si salía una ratita. Así poder reírme de ella.
Para mi sorpresa, fue ver pasar en uno de los espejos una extraña presencia.
Pasamos miedo y salimos cagando leches, del sótano