Los gatos entienden las miradas fijas como amenazas.
Una de las señales que indican que un gato está a gusto es que cierra muy lentamente sus ojos.
Si le miras entrecerrando lentamente tus ojos, en vez de hacerlo fijamente, el gato no se sentirá intimidado.
Entenderá que vas con buenas intenciones.
¡Ya sabes una cosa más del lenguaje corporal felino!