La región del cuello de niños sanos produce calor por la acumulación de grasa parda, que ayuda a mantener el peso corporal a diferencia de la blanca, difundió Journal of Pediatrics (doi:10.1016/j.jpeds.2011.09.035). Cuando los niños nacen tienen una abundante cantidad de tejido adiposo marrón, principalmente en la espalda, lo que los mantiene calientes y los ayuda a adaptarse a la vida fuera del útero. Esta, sin embargo, desaparece a medida que las personas crecen y es sustituida por la blanca, que se fija a las caderas y expande a la cintura. Investigadores de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, emplearon tecnologías termodirigidas para determinar si hay grasa parda en el cuerpo después de los primeros años de vida.
Según los científicos la región del cuello de los niños sanos produce calor. "Solo hay unos 50 gramos de grasa marrón en la región del cuello, que se "enciende" y "apaga" durante el día, ya que el cuerpo está expuesto a diferentes temperaturas, especialmente si se está comiendo o haciendo ejercicio", señaló Michael Symonds, de la Escuela Universitaria de Ciencias Clínicas. Para los científicos, el reto principal es emplear este hallazgo para determinar qué podría activar la grasa parda y prevenir el exceso de grasa corporal. Si se estimulara ese tipo de grasa se podría comer más sin exceder el peso corporal, lo perjudicial es que se gastaría energía de forma innecesaria, se sudaría mucho y se estaría caliente y delgado, expresó Symonds. Sin embargo, los agentes para estimular ese tejido graso podrían ser tóxicos. Pero Symons señala que el estudio con imágenes térmicas podría aportar una mayor información sobre lo que se come. "Potencialmente, podríamos añadir un índice termogénico a las etiquetas de los alimentos para indicar si el producto aumenta o disminuye la producción de calor de la grasa parda".