Estres: Dieta, ejercicio y mindfulness

2018-09-03 128

Hacer deporte con regularidad, descansar lo suficiente y cuidar la alimentación son cuestiones básicas para controlar el estrés y evitar que se cronifique. La alimentación tiene mucho que ver con cómo nos sentimos. Los alimentos con harina blanca, los edulcorantes artificiales, la comida rápida, los refrescos, los dulces y los fritos no ayudan a mejorar la situación. Deberíamos evitar toda esta “comida” que hemos nombrado y, en lo posible, eliminarla de la dieta diaria. Los alimentos refinados, procesados y preparados pueden causar problemas como:
Inflamación.
Sobrepeso.
Colesterol.
Problemas cardíacos.
Acné.
Presión arterial elevada.
Retención de líquidos.
Elige las frutas en lugar de los postres muy azucarados y los vegetales antes que las hamburguesas o las pizzas. Prefiere el agua antes que los refrescos, las infusiones de hierbas al café y los cereales integrales mejor que los refinados.
A su vez, está comprobado que consumir semillas de quinoa, trigo y mijo nos ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, algo que también puede desequilibrar el estrés.