Se fue para una misión de dos años y medio pero ya lleva quince recabando datos en el espacio. La NASA lanzó el Telescopio Espacial Spitzer el 25 de agosto de 2003 con el objetivo de recoger información sobre las galaxias más antiguas del Universo pero su vida útil fue mayor de la esperada, y decidieron mantenerlo mientras tuviera fuerza, consiguiendo uno de los mayores descubirmientos: un sistema planetario con zona habitable.