En el Código Penal mexicano figura la legítima defensa como atenuante en caso de lesiones o muerte, pero según especialistas esto no se aplica cuando se trata de mujeres. Los prejuicios y la falta de interés de los funcionarios mexicanos ha provocado que en el 95% de casos en que las mujeres se defienden y los agresores terminan con lesiones severas o muertos, las procesadas son ellas. teleSUR