La Comisión Europea ha multado a Google con 4.340 millones de euros, la sanción más alta de la historia de la Unión Europea. El motivo es simple: Haber impuesto restricciones a fábricas de móviles y tabletas que utilizan Android como sistema operativo, con el objetivo de garantizar su posición dominante en el mercado de búsquedas de Internet.