Guadalajara (México), 17 may (EFE), (Imagen: José Luis González).- Los campos del poblado de Techaluta, al sur del occidental estado mexicano de Jalisco, esconden un tesoro llamado pitaya, un fruto exótico que cada año reúne a cientos de familias para la cosecha y que se ha convertido en una tradición que se transmite de generación en generación. La primavera trae consigo el calor y con él la época de recoger la pitaya, que crece entre cactus de unos 100 años de antigüedad y cuyos "brazos" o ramas se extienden hasta cinco metros a lo alto, lo que obliga a utilizar herramientas especiales para su corte, explica a Efe Ricardo Navarro, ingeniero asesor de los productores. IMÁGENES APOYOS Y TOTALES RUTH TORRES - PRODUCTORA DE PITAYA. JUAN MIGUEL LÓPEZ - TRABAJADOR DE PITAYERA. Palabras clave: efe,pitaya,mexico,jalisco,campos.