Pekín (China), 13 abr (EFE).- (Imagen: Antonio Broto).- La ciudad central china de Guiyang, encerrada entre verdes montañas y poblada por minorías étnicas, es un lugar remoto hasta para los propios chinos, pero el fútbol rompe todas las fronteras y allí es donde juega desde el pasado año el español Mario Suárez, exjugador de equipos como el Atlético o el Valencia.
A sus 31 años, el centrocampista es una de las estrellas del Guizhou Hengfeng, equipo de la zona media en la Superliga china, y en una entrevista con Efe asegura que tanto él como su familia están bien adaptados a la vida de una ciudad "pequeña" para los estándares chinos aunque tenga cinco millones de habitantes.
"Tanto la ciudad como el club nos ponen las cosas muy fáciles, y llevamos una vida tranquila con los niños: dar paseos, ir a parques, centros comerciales..." cuenta Suárez, casado con la modelo Malena Costa.
El jugador madrileño, que llegó al equipo en junio del año pasado, a mitad de temporada, estuvo solo en los primeros meses (el segundo hijo de la pareja nació un día después de que él aterrizara en China) pero ahora la familia se ha reunido en Guiyang y eso ayuda a que Suárez se sienta más como en casa.
"La verdad es que estoy muy adaptado, y que haya un cuerpo técnico español evidentemente me lo hace mucho más fácil", reconoce el jugador.
Ese cuerpo está dirigido por otro viejo conocido de la Liga española y del Atlético, Gregorio Manzano, quien cumple ya su quinta temporada en el fútbol chino y es en parte el "culpable" de que Suárez decidiera emprender el pasado año la aventura asiática.
"Cuando estaba en la Fiorentina (2015-16) ya tuve la opción de venir a China, al Shanghai Shenhua que entonces entrenaba Manzano. Por temas personales no pude venir pero ya desde entonces tenía el gusanillo", reconoce.
"Desde los años que pasé en Mallorca con el míster (...) siempre me he sentido un poco en deuda con él, es una persona muy importante para mí más allá del fútbol, como un padre en lo deportivo", confiesa Suárez al hablar del técnico jiennense.
El centrocampista de Alcobendas es desde mediados de la pasada temporada pieza clave en un equipo que fue la revelación de 2017 (finalizó en octavo lugar en su primer año en la máxima categoría) pero que en 2018 ha protagonizado un comienzo liguero dubitativo y está antepenúltimo, tras una victoria y cuatro derrotas.
Suárez lo justifica en el hecho de que algunas piezas importantes del equipo, entre ellas él mismo, no pudieron hacer la pretemporada, y jugadores de peso como el croata Nikica Jelavic o el veterano internacional chino Du Wei han sufrido lesiones.
"Además, nos han tocado al principio rivales muy potentes, pero cuando estemos más rodados, con la experiencia y sabiduría del míster, creo que vamos a ir hacia arriba... en todo caso nuestro objetivo es la permanencia, conseguir 32 puntos, y una vez logrados intentar los más posibles", valora el jugador.
Sobre la liga china en general, defiende que está en alza: "A