Aunque estadísticamente son aparatos muy seguros, y todos los modelos incorporan frenos, seguro que alguna vez te has preguntado cómo reaccionarías en caso que fallase el ascensor en el que vas montado y se precipitara al vacío en caída libre. Imagina que tienes unos segundos impagables para decidir cómo salvar tu vida o cómo acabar hecho pulpa de naranja despachurrado contra el suelo. ¿Qué harías?
Algunas personas abogan por saltar hacia arriba una fracción de segundo antes del impacto para reducir la velocidad de este. Olvídate de intentarlo. Asumiendo que mantengas la presencia de ánimo suficiente para sincronizar el salto en esos inquietantes momentos, sin referencias sobre cuándo llegará el golpe, la mayor reducción de velocidad que se puede lograr conjugando los astros sería de sólo 3-5 km/h. Lo más probable es que en el impacto te golpees la cabeza contra el techo, lo que agravaría las lesiones. Además, ya pusieron a prueba esta leyenda urbana los cazadores de mitos en uno de sus capítulos y Buster no sobrevivió a la caída del ascensor. También queda descartada en primera ronda la versión de los que piensan que es buena idea pegarte a los lados del cajón, como una salamandra, pues cuando la cabina del ascensor se destruya por el impacto su suelo se transformará en una zona de empalamiento, con los muelles lacerantes que nos atravesarán por el medio.