Naciones Unidas, 6 mar (EFE).- Una emprendedora colombiana viajó este lunes a Nueva York para explicar en Naciones Unidas cómo las microfinanzas cambiaron su vida, permitiéndole pasar de alquilar lavadoras por horas a montar su propio taller de ropa y retomar sus estudios.
Jessica Hernández, madre soltera de cuatro hijos, se dedicaba a alquilar lavadoras por horas en Socha, una localidad vecina a Bogotá, que solía cargar a hombros hasta las casas de sus clientas.
En 2016 solicitó un microcrédito a la Fundación Microfinanzas del BBVA, que le permitió comprar una nueva máquina, varios repuestos y aumentar sus ingresos.
Pero la contaminación de las calles de Soacha a la que se veía expuesta cada vez que cargaba a cuestas sus lavadoras le provocó una afección en los pulmones, y Hernández, que ya había devuelto el préstamo y siempre tuvo un espíritu emprendedor, decidió solicitar otro nuevo para montar un taller de costura infantil.
En total, logró dos préstamos de unos 500 dólares en total, que le han permitido impulsar un pequeño taller mientras se prepara para comenzar sus estudios en Confección Industrial.
"A veces cuando una tiene hijos tiene que aplazar las cosas, pero eso no quiere decir que tenga que dejar sus sueños a un lado. Eso no se puede", declaró la emprendedora, que fue la invitada estrella de una jornada sobre desarrollo sostenible que acogió la sala del Ecosoc de la ONU.