Para quienes tenemos perros en casa, no sería descabellado pensar que nuestras mascotas son capaces de descifrar nuestros sentimientos. Por ejemplo, ¿alguna vez has estado triste y tu mascota intentó consolarte? Ese tipo de actitudes por parte de los canes despertó la curiosidad de la comunidad científica, que quiso probar la veracidad del postulado que dice que los perros son capaces de percibir lo que sentimos. La Universidad de Veterinaria de Viena llevó a cabo una investigación en la que participaron 16 perros. Cada uno de los animales debía descifrar dónde habían escondido su comida valiéndose como recurso de su interacción con otras personas que le darían la información pertinente. Cuando un perro llegaba a la sala de la prueba veía a 3 personas detrás de una tabla. Una de las personas se encargaba de colocar el alimento en recipientes herméticos (para que el animal no pudiera saber dónde estaba por el olfato), otra persona, a la que llamaban «informante», miraba cuidadosamente a quien colocaba la comida, y la tercer persona se mostraba indiferente a la situación. Una vez retirada la tabla, el «informante» y la persona que había estado indiferente a la situación, le señalaban al animal donde estaba la comida. El 70 % de los perros identificó y eligió el recipiente indicado por el «informante». Los investigadores concluyeron que la mayoría de los perros fue capaz de identificar las emociones, estado mental, intenciones y deseos de las personas. Este estudio nos sugiere que los canes son capaces de interpretar correctamente las perspectivas humanas, y por ende tienen inteligencia social, lo que les permite adaptarse el ambiente humano. Sus habilidades para comprendernos no solo les resulta útil para encontrar comida, también los ayuda a entender cuáles son nuestras intenciones y a saber si necesitan protegerse, defenderse o despreocuparse.
