La empresa BCN Insects comercializa desde el pasado 1 de enero insectos traídos de Sudamérica y Asia para su manipulación en la gastronomía. Esta firma, pionera en España, empezó en 2001 a importar insectos a Barcelona para su uso en la cocina, pero finalmente tuvo que interrumpir su venta por cuestiones legales.
Desde este año, la Unión Europea permite la compraventa de insectos para uso culinario, lo que ha animado a estos emprendedores a volver a exhibir en su parada del Mercado de La Boquería un sinfín de insectos destinados a ir al plato: tarántulas, gusanos, grillos grandes y pequeños, hormigas culonas y hasta escorpiones. Los clientes, en su mayoría turistas, no dan crédito.
HispanoPost se ha acercado hasta esta curiosa parada en el pintoresco mercado barcelonés para tratar de averiguar a qué sabe una tarántula o un grillo, y si tienen éxito entre los visitantes del mercado. Xavier Petrás, propietario de la tienda y de BCN Insects, nos cuenta que las crisálidas, por ejemplo, saben a patata frita y se comen perfectamente como un snack. Tras el paso por la parada donde se vende la materia prima, nos acercamos al famoso restaurante ‘El Quim de La Boquería’, capitaneado por Quim Márquez, para conocer finalmente cómo se cocina estos animales diminutos y confirmar que, efectivamente, grillos y gusanos saben de vicio acompañados de un buen arroz.
