Las pensiones que reciben los trabajadores retirados en México no alcanzan para satisfacer sus necesidades básicas. En 1997, los fondos de los trabajadores pasaron a manos de agentes financieros privados, siendo las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES) las únicas ganadoras con el cobro de comisiones. Estas administradoras privadas manejaron 173 mil millones de dólares en 2017, pero pese a esta cifra, las pensiones a las que pueden aspirar los jubilados no superan el 30% de su último salario base. teleSUR