El Legislativo peruano aprobó una ley que, bajo el argumento de formar profesionales técnicos, permitía a las empresas emplear a estudiantes por cuatro horas al día durante tres años sin remuneración alguna. La bancada progresista Nuevo Perú fue la única que votó en contra por considerar que la norma suponía una nueva forma de esclavitud. El rechazo también llegó desde diversos movimientos sindicales y estudiantiles, obligando que la parlamentaria fujimorista promotora de esta ley retirara su firma, dejándola sin efecto. teleSUR