Medicina: Diferencias de genero

2018-02-20 16

Hombres y mujeres no enferman igual ni tienen los mismos síntomas ni reaccionan igual al tratamiento. Pero durante siglos la medicina no lo tuvo en cuenta porque su prisma era masculino. Lograr que el hombre deje de ser el único referente puede mejorar diagnósticos y tratamientos para ellas. Hace siglos que los médicos saben que hay problemas de salud que atañen exclusiva o mayoritariamente a la mujer, como los trastornos de la menstruación, los tumores ginecológicos o las patologías vinculadas al embarazo. Pero no todos saben, ni siquiera hoy, que la mayoría de los mayores de 50 años con la tensión arterial alta son mujeres, que las miopatías endocrinas (enfermedades musculares) afectan al 20% de la población femenina de más de 40 años, que el 38% de las mayores de 50 años sufre trastornos de las glándulas paratiroides por déficit de vitamina D, que por su biología son más sensibles a las contaminaciones químicas y medioambientales, que regulan mejor el colesterol con un fármaco de pravastatina que de atorvastatina, que para las menores de 65 años el mejor predictor de riesgo cardiovascular es el colesterol LDL (el llamado colesterol malo), pero a partir de esa edad lo es el HDL (el bueno), o que el paracetamol o el diazepam actúan de forma diferente en hombres y en mujeres. Y si no lo saben algunos médicos, seguro que tampoco una gran parte de la población. “Si preguntas a quienes están en un ambulatorio de qué creen que mueren más las personas, lo habitual es que digan que los hombres de problemas de corazón y las mujeres de cáncer de mama; pero las estadísticas dicen lo contrario: la principal causa de muerte entre las mujeres son las enfermedades cardiovasculares, y, entre los hombres, el cáncer”, asegura la doctora Carme Valls-Llobet, que hace 25 años comenzó a investigar y difundir las diferencias de salud entre hombres y mujeres.