Reserva cognitiva y salud cerebral: Alvaro Pascual-Leone

2018-02-08 7

La reserva cognitiva es un término que se utiliza para explicar por qué las personas que mantienen un cerebro activo, tienen la capacidad de minimizar el declive mental que aparece con el envejecimiento normal, o con enfermedades como el Alzheimer u otras demencias. Las personas que poseen mayor reserva cognitiva pueden “compensar” el daño cerebral mediante la utilización de conexiones neuronales alternativas, permitiendo que el cerebro funcione con normalidad, pese al daño o degeneración. La reserva cognitiva se adquiere ejercitando el cerebro y manteniendo hábitos mentales saludables. Con el paso del tiempo y conforme vamos envejeciendo, nuestras neuronas se van deteriorando. Si las neuronas no reciben estímulos de sus células vecinas se atrofian mueren. Pero no todo está perdido. En nuestro cerebro podemos encontrar lo que se conoce como reserva cognitiva, esta capacidad nos ayuda a compensar las pérdidas que estamos sufriendo. Gracias a la reserva cognitiva y a la plasticidad neuronal, podemos frenar o ralentizar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y otras enfermedades neurodegenerativas. Las personas que cuentan con mayor reserva cognitiva, presentarán síntomas de declive cognitivo o enfermedades neurodegenerativas más tarde que aquellas personas cuya capacidad cognitiva es menor. Es decir, si comparamos a dos personas que padecen el mismo daño cerebral, aquella que posea mayor reserva cognitiva, presentará menos síntomas de deterioro cognitivo, mayor vitalidad y lucidez mental. Nuestras funciones cognitivas están relacionadas con ciertos patrones de actividad cerebral. Dependiendo de cómo se conecten y activen las neuronas de las distintas partes de nuestro cerebro, nuestras habilidades cognitivas serán más, o menos eficientes.

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