Mérida, 4 feb (EFE) (Imagen de Jero Morales).- Ubicado en el polígono industrial de La Albuera (Badajoz), un municipio de 2.000 habitantes, y dotado con la tecnología más avanzada a nivel mundial, muy pocos saben que entre las paredes de sus instalaciones hay una industria biotecnológica puntera en la investigación internacional del genoma humano.
Laboratorios Larrasa, primera empresa biotecnológica que echó a andar en 2007 en Extremadura y que se centró en el genotipado animal, principalmente el cerdo ibérico, ha evolucionado hasta alcanzar recientemente lo que hasta ahora es su principal hito, la secuenciación completa de genoma humano con tecnología NGS NOvaSeq 6000.
Esta tecnología de secuenciación masiva (NGS) permite secuenciar cada 24 horas y, según explica a Efe su director y socio fundador, José Larrasa Rodríguez, con ella se ha convertido en la primera empresa española que logra algo similar gracias a que es lo último en tecnología genómica, que por el momento solo tiene este laboratorio y uno de los pocos existentes en Europa.
Larrasa (Jerez de los Caballeros, 1973), licenciado en Veterinaria por la Universidad de Extremadura (UEX), es quien está detrás de este proyecto, que tras abrir en La Albuera decidió continuar creciendo y junto a otros socios crear el grupo "Genome 7", especializado en la secuenciación del genoma, en animales, humanos y microorganismos.
Esta empresa, que también cuenta con instalaciones en Granada, centra sus trabajos en secuenciar todo el ADN de una persona y su análisis completo, "lo que permitirá adelantarse al futuro y conocer si esa persona puede padecer un determinado tumor o un enfermedad de tipo cardiovascular o congénita".
También se dedican al análisis genético para el desarrollo de inmunoterapias frente al cáncer, con análisis previos sobre biopsias tumorales del paciente, que permiten ver todo el perfil genético y facilitar que el oncólogo pueda diseñar después la terapia específica para ese paciente.
No obstante, una de las líneas en la que más trabajan actualmente es en el análisis del microbioma, que, según aclara, "son los microorganismos que conviven con nosotros, dentro de nosotros y sobre nosotros" y que influyen en el estado de salud de cada persona.
Este tipo de análisis permite saber qué tipo de microorganismos pueden estar relacionados con la generación de un tumor o, por ejemplo, en niños autistas, comparar su microbioma intestinal con el de otro niño sin esta discapacidad e instaurarle una determinada terapia a base de dieta que puede ayudarle a reducir algunas afecciones ligadas al autismo.
En su opinión, "el concepto fundamental es ir hacia la medicina personalizada o de precisión, que cuando vayamos al médico se le pueda enseñar nuestra secuencia completa de ADN y que el especialista escoja aquella parte que le interesa para diseñarte específicamente una dieta o tratamiento".
"Lo importante no es solo tener la herramienta para sacar esta secuencia, si no saber para que sirve"