Los brasileños se mantienen movilizados para comunicar al mundo que lo que sucede contra el expresidente Lula da Silva es una persecución política. Mañana se juzgará en segunda instancia una condena de 9 años de prisión contra Lula por haber recibido supuestamente un departamento como soborno, esto pese a la falta de pruebas de esta acusación. teleSUR