Un carmelita es prueba viviente en una causa de canonización

2018-01-09 78

El padre Michael Driscoll, devoto de Titus Brandsma, un carmelita holandés asesinado con una inyección letal en un campo de concentración nazi en 1942 y beatificado en 1985, es la prueba viviente que puede hacer santo a ese mártir de la fe.

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