Cataluña como argumento fundamental y de máxima inquietud. La crisis independentista ha definido todo 2017: ha sido el mayor problema al que se ha enfrentado España en el año que está a punto de concluir —si no en las cuatro décadas de plena democracia— y que marcará todo 2018. Por eso el rey ha dedicado buena parte de su mensaje de Navidad a abordar el desafío rupturista. Siempre desde un punto constructivo y con vocación de solventarlo mediante la unidad, la concordia y el ajuste a las reglas del juego democrático.