Durante cerca de hora y media, pudimos probar (de nuevo) Far Cry 5, próxima entrega de esta saga de Ubisoft que se lanzará en PS4, Xbox One y PC el próximo 27 de marzo de 2018. En esta ocasión viajamos hasta Montana, concretamente a la región ficticia de Hope County, donde un culto religioso, liderado por el padre Joseph Seed, está causando estragos en el lugar.
Vamos, que toca hacer frente a una "parodia" de los paletos redneck de la América profunda (y entrecomillamos "parodia" porque ya sabemos que muchas veces la realidad supera a la ficción), y a un villano con aires de profeta que aspira llegar al nivel de los dementes Vass Montenegro (Far Cry 3) y Pagan Min (Far Cry 4).
Nosotros nos metemos en el papel del sustituto del sheriff del condado, y nuestro primer día en el trabajo no podría ir peor: una operación para arrestar a Seed se trunca y nuestros compañeros acaban muertos o capturados. A partir de ahí, nuestra misión será ayudar a las fuerzas de la resistencia local, cumpliendo todo tipo de encargos para acabar con el reinado del terror de los fanáticos religiosos. Justo aquí dio comienzo nuestra sesión de juego; podéis ver un resumen en el gameplay de Far Cry 5 que hay sobre estas líneas (y que hemos titulado "Jarana en Montana").
Si habéis jugado a anteriores Far Cry (o, más bien, a Far Cry 3 y 4), entonces os podéis hacer una idea bastante aproximada de lo que vais a encontrar en Far Cry 5. Estamos, de nuevo, ante un juego de acción primera persona que se desarrolla en mundo abierto. Las armas de fuego (desde pistolas hasta lanzamisiles) son nuestro principal método de ataque, pero también es posible limpiar campamentos en silencio, marcando a los enemigos con los binoculares (lo que nos permite verlos en el minimapa y a través de las paredes), lanzado piedras para causar distracciones, liberando animales salvajes de sus jaulas y degollando gargantas.
Hay también una buena ración de fabricación de objetos, como medicamentos o aumentos por tiempo limitado de distintas habilidades, valiéndonos de plantas y pieles de animales. La caza se ha convertido en una seña de identidad de Far Cry, y no faltan varias especies salvajes propias de la zona de Montana que no se habían visto en anteriores entregas. En ese sentido, se ha añadido un minjuego de pesca... Porque no hay nada más americano que la pesca.
Vuelven también los vehículos (coches, motos, botes...), donde destaca la inclusión del aeroplano, y repiten el paracaídas, el traje aéreo y el gancho de escalada introducido en Far Cry 4. Todos estos elementos se unen para dar forma a una experiencia que nos gusta definir como "caos aleatorio": vayamos donde vayamos, hagamos lo que hagamos, constantemente tienen lugar situaciones alocadas que dan lugar a tiroteos, explosiones y osos en llamas.
Pero también hay un buen puñado de novedades, empezando por el completamente remodelado sistema de combate cuerpo a cuerpo. En lugar del machete de FC3 o el kukri de FC4, ahora tenemos a nuestra disposición todo un arsenal de armas blancas: nosotros llegamos a encontrar un bate de béisbol, una tubería y una pala.
Es posible utilizarlas como en anteriores entregas (pulsando el stick), pero también podemos equiparlas desde la rueda de acceso rápido para realizar ataques más elaborados... O lanzarlas si la cosa se complica. Cabe destacar que dar palazos a paletos resulta muy gratificante.
En esta ocasión el árbol de habilidades que podemos desbloquear ha crecido considerablemente, y se han añadido un enorme número de trucos nuevos. Pero sin duda la gran novedad son los acompañantes, y es que muy en la línea del infravaorado Far Cry 2, es posible contratar mercenarios para que nos apoyen en combate.
Al recorrer Hope County es habitual toparnos con carne de cañón dispuesta a unirse a nosotros, pero al completar misiones de la historia principal obtendremos acceso a personajes especiales, con aspectos, personalidades y habilidades únicas. Tendremos que tener en cuenta esto último a la hora de formar equipo, pues cada uno de estos "héroes" está orientado a un estilo de juego diferente (sigilo, a lo loco, etc.). Y ojo, porque hay alguna que otra cara conocida...
Además, la inclusión de este sistema de acompañantes ha propiciado un renovado protagonismo del modo cooperativo, que dio sus primeros pasos en la anterior entrega. En Far Cry 5 podemos jugar la aventura al completo junto a un amigo; nosotros pudimos probar este modo durante media hora (por desgracia no os lo podemos mostrar), y os aseguramos que es divertidísimo
Toda la locura y el caos aleatorio habituales de los Far Cry se multiplican al jugar con un amigo, convirtiéndose en uno de esos juegos que se disfrutan muchísimo más en compañía. Eso sí, por lo que pudimos comprobar, parece que se podrá seguir jugando perfectamente en solitario si así lo deseamos.