Los tradicionales mercadillos de Viena, que son instalados por el asueto navideño, han sido protegidos ante las amenazas de ser víctimas de un atentado terrorista.
Entre las medidas de seguridad tomadas, se encuentran grandes bloque de hormigón forrados de papel de regalo, con el fin de evitar que cualquier automóvil ingrese al espacio donde se encuentran los pequeños locales comerciales.