Investigadores de la Universidad de Miami, se encuentran estudiando un fenómeno poco conocido, pero que puede traer consecuencias negativas para la salud de la población mundial, como es la propagación del polvo africano.
Según el Dr. Joseph Próspero, más de 40 millones de toneladas de polvo son transportadas cada año por el viento desde el Sáhara hasta la selva amazónica.
Expertos sostienen que esta anomalía natural puede hacer daño al sistema respiratorio de millones de ciudadanos en el mundo y lamentablemente “las personas no se toman en serio la aspiración del polvo mineral”.
En el polvo viajan bacterias y esporas que pueden sobrevivir miles de kilómetros en el ambiente.
Sin embargo no todo es negativo, porque las partículas de polvo ricas en hierro y que se depositan en los distintos océanos en el transcurso de su viaje, reflejan la radiación solar lo que trae como consecuencia positiva un enfriamiento de la atmósfera.