La gran lección social de este año la dieron los jóvenes mexicanos, los llamados "millenials" que salieron a las calles a recoger escombros y salvar vidas en los momentos posteriores al temblor.
La lección es clara; no es que esta generación fuera apática sino que no encontraba estimulos en la configuración del sistema actual. Los millenials demostraron que ellos no le han fallado al páis sino que el país les ha fallado a ellos.