El turismo se estremece en Cuba tras la entrada en vigor de las sanciones impuestas por Donald Trump. Desde este jueves, los estadounidenses no pueden ir a Cuba para hacer negocios con una larga lista de entidades ligadas al régimen y tienen aún más limitado su acceso a los llamados viajes de intercambio cultural o educativo. El Gobierno cubano reconoce el daño infligido, pero advierte de su efecto bumerán:
- “Estas medidas no solo van a dañar la economía cubana, a los sectores estatal y no estatal de nuestra economía, sino que también van a afectar a los ciudadanos estadounidenses cuyo derecho a viajar a Cuba, el único país del mundo que no pueden visitar libremente, se verá más restringido aún”, decía Josefina Vidal, directora general para las relaciones con EEUU del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba.
Josefina Vidal descarta adoptar medidas de represalia y tiende la mano al diálogo:
- “Esto es un proceso que continúa y trataremos, dentro del marco reducido que nos deja, porque otra vez se vuelve a restringir más, estas regulaciones del bloqueo, seguir trabajando. Porque nosotros pensamos que esa es la manera”.
La entrada en vigor de esta promesa electoral de Trump supone un verdadero mazazo a la economía cubana que ha visto se disparaba el número de turistas estadounidenses gracias al acercamiento que impulsó Barack Obama.
