Corea del Norte y el comercio son los dos grandes protagonistas de la primera visita del presidente estadounidense a China. Donald Trump ha asegurado en Pekín que China “puede solucionar fácil y rápidamente” la crisis norcoreana. Al mismo tiempo, ha instado a Moscú a “ayudar a controlar esta situación” y a todos los países a unirse para evitar que Pyongyang “pueda amemazar al mundo con sus armas nucleares”.
En cuanto a las discusiones comerciales, Trump se ha comprometido a reequilibrar los intercambios bilaterales.
“Tanto Estados Unidos como China tendrán un futuro más próspero si logramos alcanzar un nivel equitativo en las reglas del juego económico. Desafortunadamente, ahora es muy unilateral, e injusto, pero no culpo a China… Quién podría culpar a un país por aprovecharse de otro país en beneficio de sus ciudadanos. Doy a China un gran crédito”, ha declarado Trump.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Pekín. Cada año, Washington sufre un déficit comercial de más de 300.000 millones de euros con el gigante asiático, a quien acusa de “prácticas comerciales desleales”.
En su primera visita a China, Trump ha logrado acuerdos comerciales por valor de 218.000 millones de euros, en los sectores de la energía, la aeronáutica, la agroalimentación y la electrónica.
