La economía china, cuyo volumen supera los 11 billones de dólares, ha mantenido desde 2013 una tasa de crecimiento entre media y alta, y parte de este resultado es la promoción de una economía más abierta e inclusiva.
Con esta política económica de apertura, el gigante asiático se ha convertido en el primer exportador y el segundo importador más grande del mundo, así como la segunda mayor fuente de inversión directa en el extranjero. teleSUR