Andrej Babis busca con quién gobernar. El reciente ganador de las elecciones checas ha iniciado ya su carrera contrarreloj en busca de una coalición que le permita alcanzar los 101 escaños con los que poder conducir el país. Los resultados de las legislativas abren un gran abanico de posibilidades, ya que la cámara baja estará representada por un total de nueve partidos.
“El presidente me ha pedido que inicie las negociaciones pertinentes para formar un nuevo Gobierno para la República Checa”, declaraba Babis a la salida de su encuentro con Miloš Zeman.
Con tan sólo cuatro años de vida, la populista y euroescéptica ANO, Alianza de Ciudadanos Descontentos, se convirtió en la formación más votada con casi un 30 por ciento del sufragio. Pero los casos de corrupción que persiguen al ex ministro de Finanzas dificultan seriamente cualquier alianza con el resto de partidos, varios de ellos de corte ultranacionalista, y presentan un escenario impredecible para el Gobierno del país.